Lo admito, yo era la orgullosa propietaria de un Atari 2600 y pasaba horas esforzándome por pasar de nivel. En esos días de inocencia me conformaba con ver los mismos gráficos una y otra vez sin importar que lo único que cambiaba era la velocidad y el número de enemigos, quizás aparecían un par de obstáculos más, parece poco pero fue suficiente para pasar gran parte de mi infancia con los ojos irritados y las manos adoloridas de tanto forcejear con el control.
Después llegó Nintendo con innumerables mejoras, no sólo me refiero a los gráficos superiores sino a la oportunidad de recorrer mundos que nos permitían vivir una historia de principio a fin. Son muchos los videojuegos que rápidamente se posicionaron como mis favoritos, algunos perecieron en el camino al no ser adaptados a las nuevas consolas y otros evolucionaron para cautivar a nuevas generaciones veinte años después.
Este es el caso de Castlevania, desde el momento en que en 1986 tomé el control del Nintendo y guié a Simon Belmont a través del castillo de Drácula en el siglo XI quedé cautivada por la historia. Esta saga inspirada en la novela de Bram Stoker nos pinta un panorama desolador de una Europa amenazada por Drácula. La familia Belmont es la encargada de luchar contra el mal y acabar con ese ser maligno que atormenta a los poblados.
Por supuesto que eso no puede ser todo o sólo habría existido un juego de Castlevania. Al final siempre logras vencer a Drácula pero eso no significa que esté muerto, simplemente dormirá por años, quizás cientos antes de despertar y aterrorizar a los aldeanos nuevamente. Las nuevas generaciones Belmont deberán enfrentarse al poderoso vampiro con las armas y habilidades que sólo la familia posee.
En cada juego surgen nuevos personajes, tramas alternas y versiones complementarias para mantener fresca la trama. Lords of Shadow es el videojuego más reciente de esta saga y aunque empieza un poco lento, poco a poco nos vamos sumergiendo en una historia llena de magia y misterio, conocemos personajes en los que no nos atrevemos a confiar del todo y peleamos a muerte con seres monstruosos que parecen salidos de una pesadilla. Aprovecho para agradecer a BkStunt_31, un gamer cuya guía en internet me ayudó a salvar a la Europa de la Edad Media cuando creía que todo estaba perdido.
Lords of Shadow ha sido altamente criticado por ciertas deficiencias en el manejo de cámara pero no me parecen tan graves. Los gráficos, la majestuosidad de los paisajes y la complejidad de los personajes compensan de sobra cualquier defecto que le quieran encontrar. Ya me habían advertido sobre el impactante e inesperado final pero nada podría haberme preparado para ese poético desenlace que promete una estremecedora secuela. Hay fans de Castlevania, mucho más apasionados que yo, a los que no les gustó la propuesta pero a mí me encantó. Me pareció la manera perfecta de revitalizar a la franquicia y despertar el interés de aquellos que se rehusaban a darle una oportunidad a esta saga.
Los diálogos, la narrativa, los giros inesperados, los personajes, todo esto y más es lo que hace de Castlevania una exitosa franquicia. Incluso los soundtracks son verdaderas obras de arte con mérito por sí solos. No por nada está en planeación la adaptación a película que por una u otra razón se ha retrasado. Sólo espero que cuando la hagan logren capturar la escalofriante belleza de la historia y que Hollywood, con sus típicas pretensiones comerciales, no arruine una de las mejores historias sobre vampiros que he leído, perdón, jugado.
La imagen es propiedad de Konami.
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