jueves, 4 de abril de 2013

“La venganza es dulce y no engorda” Hitchcock.


Todos hemos escuchado que detrás de un gran hombre hay una gran mujer pero no todos coinciden con el verdadero significado de esa frase. Sorprendentemente ha sido incluso tema de debate en la eterna guerra de los sexos. Hay quienes la consideran un insulto al implicar que la mujer debe permanecer a la sombra de su pareja, otros incluso llegan al extremo de decir que la frase insinúa que un hombre sin una mujer que lo apoye no es nada.
En lo personal creo que la frase significa algo diferente para todos y que cada quién debe tomarla como quiera. Grandes personajes de la historia han hecho huella sin necesidad de tener una pareja e incluso en nuestra vida diaria vemos cómo las personas se las arreglan sin depender de su cónyuge. De igual manera, hemos visto parejas que han triunfado en diversos ámbitos al trabajar en equipo.
Pierre y Madame Curie; Fernando e Isabel La Católica; Napoleón Bonaparte y Josefina, Marco Antonio y Cleopatra e incluso Hillary y Bill Clinton son algunas de las parejas que unidas lograron un éxito mayor al que hubieran gozado individualmente y nadie pone en tela de juicio la participación y mérito de ambas partes. Pero ¿qué hay de aquellas mujeres cuyo trabajo nunca fue reconocido? Me refiero a todas las esposas y novias que dedicaron sus vidas a apoyar a los hombres en sus vidas para que ellos se llevaran toda la gloria.
Uno de los casos más controversiales es sin duda el de Mileva Maric, esposa de Albert Einstein. Los logros de Einstein son tan conocidos que incluso su imagen se ha convertido en ícono de la cultura pop cómo símbolo de inteligencia, ciencia e ingenio pero pocos saben que su esposa era tan preparada e inteligente cómo él. Hay quiénes incluso se aventuran a decir que ella era el verdadero cerebro detrás de toda la operación pero el machismo de la época la obligó a atribuir todos sus descubrimientos a su esposo para que fuesen tomados en serio.
Las suposiciones acerca de Mileva no se basan sólo en el hecho de que ella también fuera física y que tuviera facilidad para las matemáticas. Cabe mencionar que no es ningún secreto que su esposo tuviera dificultad con las matemáticas y que sus teorías y fórmulas nunca hubieran sido desarrolladas sin ellas. La publicación de las cartas románticas entre el matrimonio Einstein sacó a la luz muchos detalles como el hecho de que Mileva fue el sostén económico de Albert antes de que se casaran. Albert solía referirse a los experimentos y teorías como “nuestros”, implicando así que no los había realizado solo.
Otro posible indicio de la colaboración de Mileva es la existencia de manuscritos firmados Einstein-Marity, (Maric en Húngaro) implicando el crédito compartido. Sus detractores consideran que esto no es suficiente para considerar a Mileva ni siquiera como científica. Tal vez nunca sepamos la realidad sobre ella y su nombre quedará para siempre fuera de las investigaciones que posiblemente realizó.
Otra mujer que podría haber sido relegada a segundo plano fue Alma Reville, esposa de Alfred Hitchcock. Alma fue asistente de dirección, guionista y una brillante editora. Trabajó en varios proyectos cinematográficos pero su prioridad eran las películas de su esposo. Poseedora de un ojo clínico y gran sensibilidad para la edición, Alma era capaz de detectar errores que ni el mismo Hitchcock veía. El éxito de sus películas se debe en gran parte al talento e instinto de su esposa para los proyectos.
La importancia de la colaboración de Alma se muestra en la película Hitchcock, basada en la novela Alfred Hitchcock y la filmación de Psycho. En ella vemos a Anthony Hopkins interpretar magistralmente al maestro del suspenso durante la época en que filmó Psycho. La talentosa Helen Mirren es Alma, la inteligente y capaz mujer que cuida cada detalle de las producciones de Hitchcock mientras sobrelleva las idiosincrasias de su peculiar esposo.
En Hitchcock vemos el momento en que el director se obsesionó con filmar la película, la selección de actores, las dificultades para financiar el proyecto y los problemas que surgieron durante la filmación. Es innegable la gran actuación de Hopkins pero es Mirren la que se roba la película. Este largometraje, a pesar de tratar sobre la filmación de Psycho, es una mirada de cerca a la relación entre Hitchcock y su esposa que resulta muy entretenida.
Los programas y películas de Hitchcock tienen hasta la fecha una legión de fiel seguidores, muchos de ellos quizás se sientan decepcionados al asistir a esta película esperando ver un documental sobre la realización de Psycho pero Alfred y Alma nos dan material de sobra para una película interesante llena de intriga, sospechas y secretos. Claro, no puede faltar la música característica y Hitchcock haciendo comentarios ingeniosos mirándonos directamente a través de la cámara.
La imagen utilizada es el póster oficial de la película y es propiedad de la productora.

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