El antiguo Egipto tiene un encanto muy especial,
faraones, pirámides, momias, es difícil no dejarse cautivar por la historia y
la cultura de esta gran civilización. Los suntuosos palacios con todos los
lujos que los miembros de la realeza pudieran necesitar, los trabajadores que
piedra a piedra construían las impresionantes pirámides, los muros cubiertos
con jeroglíficos, las hermosas representaciones de sus dioses, la majestuosidad
de sus esculturas, el delicado proceso de embalsamamiento y sus creencias en el
más allá son sólo una pequeña muestra de lo que fue el antiguo Egipto.
Los descubrimientos arqueológicos nos han revelado
mucho sobre sus habitantes, sus costumbres y su turbulenta historia pero debe
haber mucho más por descubrir. Es imposible empezar a comprender todo lo que
desconocemos sobre Egipto. Se dice que la historia es de quién la escribe y
Egipto no es la excepción. Los faraones borraban todo vestigio de la existencia
de aquellos hombres que se atrevían a desafiarlos o deshonrarlos. Si no les
convenía dejar constancia de algún episodio penoso también lo eliminaban y no
me refiero a que quemaban sus papiros o rompían sus tabletas sino a que
quitaban con cinceles los nombres de los muros y de las columnas de las
edificaciones.
Sus creencias en maldiciones no fueron suficientes para
asustar a los saqueadores de tumbas que han dificultado el proceso de
identificación de dinastías y familias pero este desorden en los lugares de
descanso no es algo nuevo. Incluso en épocas antiguas había quienes vendían las
tumbas con sus parientes muertos dentro de ellas. Al siguiente cadáver no le
importaba tener un compañero de cuarto siempre y cuando contara con todo lo necesario
para su travesía al más allá.
Los egiptólogos dedican toda su vida a develar cuantos
misterios puedan sobre esta civilización pero gran parte de su historia quizás
permanezca siempre oculta. Los vestigios arqueológicos nos dicen mucho pero
también hemos aprendido a llenar los huecos con un poco de imaginación como es
el caso de los autores que se han tomado ciertas licencias creativas para sus
libros.
He leído varias novelas históricas situadas en el
antiguo Egipto y todas abundan en detalles sobre la vida cotidiana y reflejan
la mentalidad que deben haber tenido las personas de esas épocas. Es lo mismo
que esperaba encontrar en La Maldición de
Ra, escrito por Naguib Mahfuz pero no fue así. Creí que por tratarse de un
autor egipcio me sentiría transportada a orillas del Nilo y me parecería casi
percibir el aroma a dátiles y especias pero estaba equivocada.
Mahfuz escribió esta corta novela casi como si fuera
cualquier relato contemporáneo. No detalla el entorno ni las vestimentas ni las
costumbres, sus personajes fácilmente pueden pertenecer a cualquier época y
lugar, sólo habría que cambiar unos cuantos detalles pero no por eso la
historia es mala. La Maldición de Ra
se centra en la predicción de un adivino que le advierte a Keops, el gobernante
de Egipto, que el siguiente rey acaba de nacer en otra familia que no es la
real.
Al parecer en la antigüedad era común que a los
dirigentes les hicieran advertencias similares que los impulsaba a salir
corriendo a matar a los recién nacidos que amenazaban con terminar sus
reinados. Así que Keops partió a desafiar al destino y asegurarle el trono a su
hijo. Aquí comienzan una serie de afortunadas y desafortunadas circunstancias
que acomodan las vidas de todos de manera que la predicción se haga realidad.
La premisa es muy buena y los engaños, envidias,
mentiras e incluso la suerte prometían una trama llena de intriga pero la
visión de Mahfuz claramente era otra. Hay varias muertes, pérdidas
significativas y sucesos que debieran ser traumáticos pero nada parece alterar
en gran medida a los personajes, quizás en esa época estaban acostumbrados a
las tragedias o el autor creyó que el drama no tenía cabida en la trama.
A excepción del faraón al principio del libro, los
personajes de Mahfuz se conformaban tan fácilmente con las cartas que la vida
les entregaba que nada parecía realmente alterarlos. Hubo un momento en el
relato que me pareció salido de una comedia de situación de televisión, casi me
parecía visualizar a los personajes con sus rostros congelados en una sonrisa
mientras salían los créditos.
Conforme avanzaba en la lectura seguía esperando que
todo saliera mal, que el caos comenzara pero todo parecía transcurrir
tranquilamente. Cuando faltaban pocas páginas para terminar supe que la
intención de Mahfuz fue crear un libro sencillo, de fácil lectura y que
transmitiera un mensaje muy claro. La
Maldición de Ra trata sobre el destino, el honor, la familia y salir
adelante con principios, no hay nada de maldito en su relato.
Este libro tiene una inocencia hermosa que no esperé de
una historia que comienza con la intención de asesinar a un bebé. Me hubiera
gustado encontrar más descripciones sobre la vida en la época de los faraones
pero me conformo con las generalidades que el autor nos da sobre las vidas de
los trabajadores, las opciones de carreras que existían para los jóvenes
egipcios y la inocente manera en que cortejaban a las mujeres. Es un bonito
relato pero prefiero historias sobre faraones que azotan a esclavos que después
se rebelan contra ellos o algo por el estilo que resulte en una emocionante
novela.
La imagen utilizada es propiedad de la Editorial.
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