miércoles, 27 de junio de 2012

Brillantemente sombría


Las telenovelas tienen millones de seguidores en todo el mundo, en su mayoría mujeres que sueñan, sufren y se enamoran de la mano de la protagonista que debe vivir un sinfín de problemas antes de encontrar la felicidad al lado del hombre que ama. Comprendo la popularidad de las telenovelas y la fascinación que provoca la lealtad de los fans que las sintonizan desde el primer capítulo hasta el gran final cuando todas las penurias quedan atrás y el verdadero amor triunfa.
Parecerá extraño pero a mí nunca me han gustado las telenovelas, quizás sean las actuaciones exageradas o las situaciones absurdas que podrían aclararse si tan sólo los involucrados se sentaran a platicar sobre sus sentimientos. Claro que, de ser así, las novelas no tendrían decenas de capítulos o incluso prolongarse por décadas como en el caso de las norteamericanas.
Prefiero obtener mi dosis recomendada de romance y drama a través de un buen libro, de esta manera no me encuentro esclavizada a un horario en la televisión ni me veo forzada a aceptar al actor y a la actriz del momento como rostros de mis personajes favoritos. No voy a negar que intenté, en varias ocasiones, ver alguna que otra telenovela, casi siempre por recomendación pero sencillamente nunca logró ninguna captar mi atención y mucho menos mi devoción.
Quizás mi actitud habría sido otra si hubiera vivido en los sesentas, seguramente me hubiera enganchado con Sombras Tenebrosas, la telenovela gótica norteamericana que presentó un concepto diferente, innovador y, a mi parecer, adelantado a su tiempo. Vampiros, zombis, monstruos, brujas y hechiceros aparecían en esta telenovela que se transmitió en ABC de 1966 a 1971. Este original programa no sólo incluía fantasmas sino también viajes en el tiempo y un universo paralelo. Sombras Tenebrosas gozó de gran popularidad a pesar del escaso presupuesto y logró permanecer al aire más tiempo de lo que se hubiera esperado de un programa así en una sociedad que aún percibía el tema sobrenatural como tabú. Hoy en día los programas con esta temática sobran e incluso los hay aptos para toda la familia.
No es de extrañar que Johnny Depp, el excepcional actor con una fascinación por personajes excéntricos, se confiese fan de esta telenovela, incluso dijo en una ocasión que de niño quería ser Barnaby Collins, el vampiro interpretado por Jonathan Frid, y no podría haber un mejor director que el brillante Tim Burton para traer de entre los muertos a Sombras Tenebrosas y convertir en realidad el sueño de Depp.
El talentoso trío conformado por Tim Burton, su esposa, Helena Bonham Carter y Johnny Depp siempre garantiza una gran película y Sombras Tenebrosas no es la excepción. La visión única de Burton nos lleva al pequeño pueblo de Collinsport en los setentas, donde el vampiro Barnabas debe adaptarse a la modernidad tras haber estado encerrado durante dos siglos. Michelle Pfeiffer, Johnny Lee Miller y Chloë Grace Moretz son parte de un gran elenco cuya estrella es definitivamente Eva Green. La hermosa pero malvada bruja que se empeña en hacerle la vida imposible a Barnabas y al resto de su familia. Green nos muestra a una villana temible que se gana nuestra simpatía al mostrarnos su vulnerabilidad.
La película tiene momentos cómicos sazonados por el humor negro de Burton pero también transmite un mensaje de unión familiar, amor verdadero y repercusiones por cada acción que cometemos. La química entre Depp y Green es innegable y me atrevo a decir que nunca hubiera creído que algún coprotagonista pudiera opacar a Johnny pero en esta película sucedió lo impensable. Eva no sólo se mantuvo a la altura de Depp sino que fue más allá e hizo de Angelique, la bruja, uno de los mejores personajes que he visto en mucho tiempo.
Sombras Tenebrosas rinde tributo a las películas B, a la cultura pop y a Bela Lugosi de la manera más respetuosa y artística. Visualmente, cada cuadro de la película es una belleza gótica con un toque de nostalgia y la excelente musicalización no sólo nos transporta al pasado sino que refuerza la trama, en ocasiones de manera sarcástica. Otro éxito más de la mancuerna Burton-Depp que no pueden dejar de ver. Es oficial, Barnabas Collins es mi nuevo vampiro favorito y si acaso necesitaban algún otro incentivo para ver esta película, el incomparable Alice Cooper hace una aparición especial.
La imagen utilizada es el póster oficial de la película y es propiedad de la productora.

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