Todos tenemos placeres culposos y entre los muchos que
yo tengo se encuentran las películas que entretienen sin mucho esfuerzo, las
que cautivan sin necesidad de guiones brillantes, actuaciones magistrales o
premios de dirección. No muchos se atreverían a admitirlo pero yo no tengo
reparo en decir que soy fan de la saga Rápido
y Furioso. La primera la vi por default, tenía ganas de ir al cine y era la
única cuyo horario se ajustaba a mis tiempos. No esperaba mucho de una película
acerca de un joven policía que se infiltra en el mundo de las carreras
ilegales. Asumí que todo sería persecuciones, disparos y peleas para disputarse
el puesto de macho alfa.
Paul Walker intentó dejar atrás su imagen de niño
bonito interpretando a Brian, el infiltrado que termina enamorándose no sólo de
la hermana de Dom, interpretado por Vin Diesel, uno de los delincuentes que
investiga, sino del mundo de las carreras de autos. A pesar de que la trama es
bastante predecible y los personajes trillados es innegable que esta película
tiene cierto encanto. No lo digo sólo por los chicos guapos que manejan autos
impresionantes sino que nos muestra una trama amena, sin complicaciones. Sus
personajes, aunque estereotipos, son presentados de manera honesta y sin
pretensiones.
En Más rápido y
más furioso 2 tenemos nuevamente
a Brian, a quien inexplicablemente lo contratan nuevamente para una misión
encubierta después de que frustró la investigación más importante que le habían
asignado y que dejó escapar a un criminal. Incluso le permiten elegir a su
compañero y no tienen problema en que sea su amigo de la infancia, quien cabe
mencionar que es un criminal. No tiene mucho sentido pero ese es uno de los
muchos atractivos de esta saga, no todo debe tener lógica y Tyrese Gibson es una
gran contraparte para Walker ya que Diesel no quiso participar en esta secuela.
En Rápido y
Furioso 3: Reto Tokio nos dan un respiro de Brian y nos presentan a Shaun,
un chico solitario que se ve obligado a dejar su país ante la amenaza de ser
encarcelado por su afición a las carreras ilegales. Al más puro estilo de esta
saga, convenientemente se va a vivir a Japón, cuna de los autos modificados.
Con esta película aprendimos el término “drift” (arrastre), técnica con la que
se maneja a gran velocidad sorteando curvas cerradas. Esto dio una nueva
dimensión a las carreras de autos, una no muy profunda pero sí entretenida. Un
plus es ver a Dom hacia el final de la película.
Rápido
y Furioso 4 reúne al elenco original con una trama
cargada de testosterona en la que el duelo de egos prevalece. La justificación
para que Brian y Dom trabajen juntos nuevamente parece un tanto forzada pero
por lo menos regresó Diesel tras darse cuenta que esta saga es un buen negocio.
Rápido y Furioso 5 Sin Control bien
podría pasar sin pena ni gloria pero la inclusión de Dwayne Johnson fue un gran
acierto al crear un personaje que encaja a la perfección con el resto del
elenco.
Rápido
y Furioso 6 conecta a todas las entregas no sólo por
el elenco sino por una escena final post-créditos que revela la conexión con Reto Tokio. Aquí vemos a todo el equipo
disperso por todo el mundo disfrutando del éxito de sus fechorías. No debemos
olvidar que nuestros héroes se dedican a actividades ilegales y que, de alguna
manera, el público los adora por eso. Nuevamente hay una razón bastante
debatible para reunirlos a todos pero es más que suficiente para esta secuela.
El agente Hobbs, interpretado por Johnson, necesita
ayuda con un caso y solicita la ayuda de Dom. Para convencerlo le revela que
Letty, su novia supuestamente fallecida en la cuarta parte, está viva y que
sólo ayudándolo podrá encontrarla. La manera en que reviven a este personaje
parece sacada de cualquier telenovela en la que la realidad tiene poca
relevancia pero es suficiente para que nos la creamos.
Esta película tiene todo lo que atrae de las 5 entregas
anteriores: velocidad, testosterona al por mayor, intriga, planes complicados
con poco margen de error, traiciones y lealtades. Tyrese Gibson hace un gran
papel y Ludacris finalmente demuestra la importancia de su personaje.
Todo el elenco se ha conservado bien y no hay gran
diferencia desde que esta saga comenzó hace más de 10 años. La única que ha
cambiado es Michelle Rodríguez, quizás se hizo cirugía plástica o al menos
espero que así haya sido porque a nadie le cambiaría tanto la cara sin que le
metieran un bisturí a menos que sufriera algún desorden. No es que se vea mal
pero su rostro antiguo funcionaba para el personaje de la chica ruda que
enamoró a Dom.
En 2014 estaremos viendo la séptima entrega de Rápido y Furioso que recicla la trama de
“el hermano del criminal fallecido busca a los culpables para vengar su muerte”
para justificar nuevamente la reunión del equipo. Debido a que nunca se pueden
tener demasiados hombres rudos en estas películas se unen al elenco Jason
Statham y Djimon Hounsou y se rumora que también Kurt Russell.
La imagen utilizada es el póster oficial de la película
y es propiedad de la productora.