viernes, 8 de noviembre de 2013

Todo un viaje


Hay muchas películas de terror que al final resultan no ser tan terroríficas después de todo, algunas pierden su factor atemorizante por el bajo presupuesto, las malas actuaciones, un pésimo guión o todo lo anterior pero otras simplemente tienen un giro en la historia que demuestra que no debemos temer a todas las apariciones.

El espinazo del diablo, dirigida por Guillermo del Toro y El orfanato, presentada también por el director mexicano, son buenos ejemplos de películas cuyas revelaciones finales nos llevan a sentir compasión por los espíritus en lugar de temerles. El Sexto sentido logró impactar a la audiencia con la inesperada verdad sobre el personaje interpretado por Bruce Willis aunque Los Otros, dirigida por Alejandro Amenábar, en mi opinión es mucho mejor que la mayoría de este tipo de películas. Desde un principio sabemos que algo no está del todo bien pero está tan bien hecha que la revelación final nos estremece de pies a cabeza.
Es cómodo y fácil ver largometrajes predecibles que aseguran finales felices y cierres satisfactorios para cada historia y personaje pero prefiero las películas que me mantienen en vilo. Me encantan las revelaciones sorprendentes y los giros en las tramas aunque en ocasiones me hagan sentir como una tonta por no haberme percatado de la verdad a pesar de las sutiles pistas que los directores acostumbran darnos en las películas.

Una de las películas más impactantes que he visto es Marebito, una película de terror japonesa bastante escabrosa cuya revelación final resulta aún peor de lo que suponíamos. No es apta para cardiacos ni para sentimentales pero si buscan una historia sorprendentemente atemorizante no deben perdérsela. Otra muy recomendable es la película francesa El despertar del miedo. Cuando la vi, algunas personas que se encontraban en la sala de cine decidieron marcharse en las escenas más sangrientas. Si no les gusta el gore ni la vean pero si creen que ningún director de cine puede engañarlos de principio a fin tienen que ver esta película y su angustiante final.
La noche del demonio es una película de terror, protagonizada por Patrick Wilson, que bien puede contarse entre los largometrajes con revelaciones finales que cambian nuestra perspectiva. Tiene un par de escenas capaces de darnos un buen susto pero conforme avanza la historia nos damos cuenta que no hay que temer a los espíritus sino a las habilidades de los protagonistas que los meten en problemas al no saber controlarlas. No se dejen llevar por el título en español que no tiene nada qué ver con la trama.

El mezclar viajes astrales con elementos típicos de películas de terror obtuvo muy buenos resultados. La historia es tan interesante que no hubo necesidad de exagerar con apariciones terroríficas ni sangre que sale a borbotones de las víctimas. No sólo fue en éxito con los fans del género sino que fue la película más redituable del 2011 y la secuela no se quedó atrás. Consiguió el primer lugar en taquilla en el fin de semana de estreno y los números siguen subiendo.
La noche del demonio 2 comienza con un flashback de la infancia de Josh y vemos a Elise, la médium que fallece en la primera entrega, ayudando al pobre niño a lidiar con sus viajes astrales involuntarios. No tardamos en volver al presente donde la esposa de Josh está siendo interrogada en relación a la muerte de Elise. Vemos a la familia Lambert intentando lidiar con lo sucedido para retomar sus vidas después del traumático episodio que vivieron. Desafortunadamente, los extraños fenómenos no tardan en regresar pero esta vez no todo es tan sencillo como parece.

La noche del demonio 2 no es una película típica de terror, no busca asustar al espectador con apariciones repentinas o violencia extrema. Estamos acostumbrados a las historias sobre espíritus, fantasmas, demonios y todo tipo de criaturas que vienen del más allá a asustarnos y nos causan temor porque invaden nuestro espacio, nuestro mundo, nos atacan en nuestro territorio pero ¿qué pasaría si fuera al revés? Que en lugar de recibir visitas no deseadas fuéramos nosotros los visitantes en un terrorífico lugar.
En la primera entrega nos asustaron con la idea de ir y venir del más allá con todo lo que eso implica pero esta secuela lo explica con más detalle. Para aquellos que no sepan mucho sobre viajes astrales, planos y almas perdidas puede resultar un poco confuso pero si se tiene conocimiento de esto la película puede resultar incluso predecible. No por esto quiero decir que es mala sino todo lo contrario, la secuela se entrelaza con la primera entrega de manera que todo tiene sentido. Amarra todos los cabos que quedaron sueltos en la primera parte, incluso los que ni siquiera sabíamos que existían.

La noche del demonio 2 es una gran película que se debe ver con mente abierta y con mucha ganas de dejarse asustar que a fin de cuentas es así cómo debe disfrutarse una película de terror. El éxito de ambas entregas dejó al público queriendo una tercera pero el director James Wan hizo un trabajo tan bueno que francamente no imagino cómo podría haber una más, por lo menos no con la familia Lambert pero es un tema que se puede explotar mucho más.

La imagen utilizada es el póster oficial de la película y es propiedad de la productora.

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