miércoles, 23 de enero de 2013

La amarás o la odiarás


El que una película reciba excelentes críticas puede resultar una invitación al público a verla, dependiendo de quién emita la crítica y qué aspecto de la cinta es lo que se recomienda. ¿Cuántas veces hemos visto que el Oscar a la mejor película se lo lleva un largometraje que nos resultó tedioso o quizás deprimente? ¿qué hay de aquella película que tanto nos gustó y que ni siquiera fue nominada?
En lo personal, nunca tomo en serio las nominaciones de la Academia, creo que ni artistas ni directores debieran sentirse relegados al ser excluidos del supuesto honor. La entrega de los Oscar parece más un concurso de popularidad que un reconocimiento a la calidad y al talento. La Revista Times realizó una investigación acerca de la Academia de Cinematografía y reveló que la edad promedio de sus miembros es de 62 años y sólo el 14% del total son menores de 50 años. Menos del 4% son latinos o negros.
Con esto no se quiere decir que las personas de mayor edad no tengan el criterio suficiente para reconocer lo más destacado del mundo del cine pero es innegable que ellos no son el mercado meta, en otras palabras, la mayoría de los largometrajes están dirigidas al asistente promedio que deja grandes derramas económicas en taquilla y los cincuentones no entran en esa categoría.
Confío más en las críticas y reconocimientos de The Golden Globe Awards, The Toronto Film Festival y El Festival de Cannes entre otros. Estos son tan sólo unos cuantos de los muchos foros y premios que son tomados más en serio que los premios de la Academia por poseer una visión más vanguardista, abierta e imparcial para juzgar el valor artístico de los largometrajes y sus realizadores. De igual manera no les asusta el dar oportunidad a nuevos talentos y atreverse a incluir cintas y actores que son ignorados en otras ceremonias.
Hay muchas razones para ir al cine, ya sea porque seamos fans de una franquicia, de un actor o de un género o simplemente porque vimos unos cortos que nos resultaron interesantes. Es mejor confiar en las recomendaciones de amigos y familiares con gustos similares que en las críticas de desconocidos con criterio sobrevaluado y credenciales compradas que pueden llevarnos a pasar dos horas lamentando la pérdida del dinero pagado por el boleto de entrada.
Es bastante común que las películas altamente elogiadas también sean las que peores críticas reciben. Los Razzies, premios a lo peor de Hollywood, no se tientan el corazón a la hora de nominar películas que estén compitiendo por el Oscar. Lo mejor es hacer caso omiso de todas estas nominaciones y ver las películas que queramos y emitir nuestro propio juicio.
Eso es precisamente lo que me sucedió con Cloud Atlas, el drama de ciencia ficción adaptado de la novela de David Mitchell llevada al cine por Lana y Andy Wachowsky y Tom Tykwer. Este filme tuvo problemas financieros desde el principio pero logró concretarse con diversos apoyos que lo convirtieron en uno de los filmes independientes más caros de todos los tiempos.
Con actores como Tom Hanks, Halle Berry, Hugo Weaving, Susan Sarandon y Hugh Grant entre otros, es difícil creer que esta película haya sido destrozada por la crítica por un lado y por otro haya recibido una ovación de pie durante 10 minutos en el Toronto International Film Festival así como una buena cantidad de elogios de revistas especializadas y críticos reconocidos. Al saber que había provocado críticas tan contradictorias supe que debía verla.
Cloud Atlas nos muestra seis historias situadas en épocas diferentes sin ninguna relación aparente entre ellas que lleva al espectador a comprender poco a poco la conexión en la trama. Cada actor tiene un papel en cada historia y podemos verlos interpretando lo mismo al héroe que al enemigo o a un hombre o a una mujer. La caracterización en cada interpretación es impecable al igual que las actuaciones. La fotografía es impresionante y la ambientación nos transporta de una época a otra de un segundo a otro. Desde el Océano Pacífico durante la Fiebre del Oro, pasando por San Francisco en los setentas y Corea en 2144 hasta un post-apocalíptico Hawai.
Este largometraje no es para aquellos que gusten de filmes lineales que no dejen nada a la interpretación, tampoco para aquellos que no toleren estar sentados mucho tiempo ya que la película dura 171 minutos aunque la historia es tan interesante y las escenas de acción están tan bien hechas que ni se sienten.
Cloud Atlas es una propuesta interesante que dejará a muchos con más preguntas que respuestas pero definitivamente es un largometraje que con el tiempo se convertirá en cine de culto no sólo por el mensaje sino por ser innovadora y visualmente cautivadora.
La imagen utilizada es el póster oficial de la película y es propiedad de la productora.

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