martes, 30 de octubre de 2012

En libertad de contar lo sucedido


Los horrores de la Segunda Guerra Mundial y la ocupación Nazi han sido tema de innumerables libros y películas. La mayoría son historias verdaderas o inspiradas en relatos de personas que vivieron en carne propia las vicisitudes de la época. El sufrimiento de los judíos y de las personas que se atrevieron a ayudarlos arriesgando sus propias vidas siempre seguirá generando historias conmovedoras de valentía, justicia y esperanza. No dudo que Hollywood todavía tenga material y ganas de crear películas sobre este tema pero jamás podrá igualar las historias relatadas por los protagonistas de este triste y vergonzoso episodio de la humanidad.
Cuando la visión del director es contar una historia sin importar las ganancias o los premios logra un trabajo más sincero, este fue el caso del escritor y director Ismael Ferroukhi quién lleva a la pantalla grande un lado menos conocido de la historia de la ocupación Nazi en París en la producción francesa Les Hommes Libres (Los hombres libres). Esta  película está inspirada en historias verdaderas de hombres y mujeres que se lucharon en busca de la libertad y la justicia.
Este largometraje nos cuenta la historia y la situación económica y política de París a través de Younes, un joven inmigrante de Algeria que se dedica a vender mercancía de contrabando para poder mandar dinero a su familia. Younes es arrestado y obligado a ser espía para mantener su integridad física. Las autoridades le piden infiltrarse en la mezquita y encontrar pruebas incriminatorias contra el rector, quién es sospechoso de proveer documentación falsa a los judíos.
La riqueza de los personajes y la belleza al interior de la mezquita nos hacen olvidar por un momento que el protagonista fue amenazado por la policía, que los judíos están siendo perseguidos y que los Nazis se apoderaron de París. Las nuevas amistades que encuentra Younes en esa comunidad lo llevan a descubrir un lado de él que ignoraba poseer, pasó de ser un joven rebelde y egoísta a ser un hombre con principios y fuertes convicciones.
Les Hommes Libres no muestra sólo el dilema ético de Younes sino la generosidad de la comunidad musulmana, la intrincada red de ayuda a judíos y los planes de la resistencia para retomar la ciudad. Esta película de relativamente bajo presupuesto logra transmitir un mensaje de calidez y esperanza en un intento de renovar la fe en la naturaleza humana a pesar de situarse en una época de crueldad e injusticia.
Aquellos que esperen ver una película llena de secuencias de acción y muestras de la crueldad Nazi quedarán decepcionados. Hay momentos de tensión y peligro inminente pero ninguno que amerite balaceras de media hora o peleas cuerpo a cuerpo hasta que los dos contrincantes estén cubiertos de sangre. El abuso de los Nazis se muestra aquí sólo en actitudes arrogantes y conversaciones que, sin mucho detalle, hablan sobre el destino de los que se atrevieron a desafiar a las autoridades.
Esta emotiva película cumple con las expectativas y relata a grandes rasgos la valentía de los musulmanes en París, los problemas a los que los inmigrantes se enfrentan y las amistades inesperadas que surgen bajo condiciones extremas. Los personajes nos ilustran sobre la bondad humana y el surgimiento de héroes impensables en los momentos clave. La lealtad, la amistad, los sentimientos y la búsqueda de libertad y justicia son elementos presentes en cada escena.
Les hommes libres es una de esas películas sobre la ocupación Nazi que, contrario a la mayoría, nos deja con un buen sabor de boca al no centrarse en lo negativo sino en lo positivo. En vez de indignarnos por lo sucedido y lamentar el sufrimiento de tantas personas, esta producción nos motiva a celebrar los buenos sentimientos y la victoria del bien sobre el mal.
La imagen utilizada es el póster oficial de la película y es propiedad de la productora.


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