martes, 30 de octubre de 2012

Comedia ofensivamente hilarante


Los beneficios de la risa están comprobados, decir que la risa es la mejor medicina no es sólo un dicho. Soltar una buena carcajada no sólo nos trae inmensa felicidad sino que al hacerlo entra más aire en nuestros pulmones, por lo tanto nos oxigenamos más. Al reír segregamos más endorfinas y adrenalina, obteniendo un poderoso remedio naturista para el dolor, la depresión y la angustia. La nariz y el oído se despejan con la vibración de la cabeza y los ojos se limpian por las lágrimas que derramamos al reírnos con ganas.
Por si esto no fuera suficiente también activamos cientos de músculos con cada carcajada, incluyendo unos cuantos del estómago. Claro que no vamos a tener el vientre plano y marcado sólo por reírnos todo el día pero este es un ejercicio que no necesita membresía en gimnasio ni sudar copiosamente. La risa es maravillosa, después de una buena carcajada nuestros problemas no desaparecen pero de alguna manera ya no parecen tan angustiantes.
De niños reíamos todo el día, todo parecía causarnos hilaridad y no necesitábamos mucho para pasar un buen rato e incluso terminar con un dolor de estómago de lo mucho que nos reíamos. Al convertirnos en adolescentes nuestro sentido del humor cambió pero seguíamos encontrando la comicidad en las situaciones. Ahora, de adultos, seguimos ansiando reírnos cómo niños pero ya no es tan fácil.
Las responsabilidades y los problemas pueden abrumarnos y pareciera que incluso se llega a perder la capacidad de asombro. Afortunadamente no es así, nuestra risa sigue dentro de nosotros, sólo debemos saber cómo sacarla. Esto no aplica para todos, estoy consciente de que hay personas que sólo son felices sintiéndose miserables.
De niños reímos con payasos y de adultos lo hacemos con comediantes que se paran frente a un micrófono y se enfrentan a un público algunas veces hostil que lo desafía a ser chistoso. Los comediantes tienen estilo propio y deben adaptarse a los nuevos tiempos para seguir vigentes pero hay un comediante mexicano que nunca ha cambiado la fórmula y hoy, a sus 68 años, sigue cautivando al público y hace reír a las nuevas generaciones, su nombre es Leopoldo García Benítez Peláez, mejor conocido como Polo Polo.
En México es prácticamente imposible no saber quién es él, la irreverencia de Polo Polo y sus chistes misóginos entraron a nuestras casas a través de grabaciones en discos Lp y cassettes que lo consolidaron como comediante. Yo era muy pequeña para entender algunos de sus chistes pero aún a mi corta edad, me quedaba claro que en las mujeres encontraba material de sobra para sus chistes.
Suegras, esposas, novias, ninguna fémina se salvaba de ser la burla en sus chistes. Con el tiempo me di cuenta que su popularidad se debía precisamente a eso y no le di mucha importancia, gente obtusa siempre ha habido y habrá. El fin de semana pasado me invitaron a ver el show en vivo de Polo Polo y por un momento dudé. No me atraía la idea de sentarme un par de horas a escuchar a ese comediante denigrar a las mujeres pero finalmente decidí no tomar tan en serio las cosas y asistir.
El show fue exactamente lo que esperaba, chiste tras chiste sobre mujeres, palabras altisonantes y vulgaridad y debo admitir que no la pasé tan mal, de hecho, me reí con ganas. No estoy de acuerdo con las implicaciones de sus chistes pero creo que él tampoco, no creo siquiera que él realmente se exprese así de las mujeres o que las trate como dice hacerlo en sus chistes. Me queda claro que ese es su estilo de comedia, el misógino no es la persona sino el personaje que le ha dado éxito internacional.
Seguramente Polo Polo no es ningún santo pero tampoco es el mal personificado, es un hombre que ha manejado inteligentemente su carrera y se ha mantenido fiel a su estilo. Desde las viejas hasta las nuevas generaciones, el público sabe exactamente qué esperar de él y de sus shows. Hombres y mujeres acuden por igual a verlo y, sorprendentemente, se ríen igual sin sentirse ofendidos.
La comedia es un verdadero arte, por lo tanto no debe ser tomada en serio, sólo así podremos apreciarla por lo que es, un medio para reírnos de la vida, de nosotros mismos y olvidarnos de nuestros problemas. Sigo pensando que la comedia de Polo Polo es denigrante pero sólo para aquellos que la tomen en serio.
La imagen utilizada es propiedad de la promotora que maneja al artista.

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