viernes, 21 de septiembre de 2012

La historia no es como la cuentan


Se dice que cada historia tiene dos versiones, en ocasiones incluso más pero lo cierto es que, si no fuimos testigos, sólo nos enteramos de una parte de los acontecimientos. Muchas veces obtenemos información de primera mano de aquellos que estuvieron presentes pero nunca faltan las  versiones de los que se enteraron por medio de “un primo del vecino del hermano del amigo”.
Esto sucede en nuestra vida diaria, desde los chismes de oficina hasta los rumores sobre algún conocido pero ¿qué hay de los pasajes históricos? Desde niños nos enseñan a creer ciegamente en lo que encontramos en nuestros libros de texto. Era impensable cuestionar al maestro sobre las fechas, personajes y situaciones que aparecen entre sus páginas.
Conforme vamos creciendo nos damos cuenta que no todo es cómo nos lo cuentan y podemos verlo claramente gracias a los malentendidos ocasionados por aquellos a los que les gusta adornar los hechos hasta el grado de cambiarlos por completo o a los que se divierten inventando historias simplemente para llamar la atención. En ocasiones la deformación de la verdad puede tratarse de un problema de comunicación, como el juego de niños “teléfono descompuesto” en el que el mensaje inicial se va transformando hasta terminar en algo muy diferente y en ocasiones chistoso.
Lo que no resulta gracioso es cuando los hechos se ocultan o modifican por intereses políticos o económicos. Todos hemos sido testigos de la censura y la manipulación de información en diversos medios. Partiendo de esto no resultaría increíble pensar que lo que hemos aprendido en los libros de historia es sólo la versión aprobada por los dirigentes de cada época y país. Afortunadamente, gracias al internet podemos confirmar datos y muchos que se creían villanos ahora son reivindicados y otros tantos que se les consideraba héroes se conocen ahora como traidores.
No es bueno pensar mucho en esto porque podríamos volvernos locos, no es nada agradable pensar que debimos aprender una buena cantidad de mentiras para aprobar un examen de historia. Quizás lo mejor sea tomarlo con sentido del humor e imaginar otras versiones que nos gusten más como lo hizo Seth Grahame-Smith, autor, guionista y productor de tv y cine cuyo proyecto más reciente, Abraham Lincoln, Caza vampiros, es todo un éxito en taquilla.
Seth es un autor que ha logrado una sólida base de fans con libros como El gran libro de la pornografía y Cómo sobrevivir a una película de terror pero nunca imaginó que su popularidad aumentaría al darle tintes sobrenaturales a un clásico de la literatura. Por sugerencia de su editor, se aventuró a escribir Orgullo y Prejuicio y Zombies. Su mayor preocupación en este proyecto fue mantenerse fiel a la historia escrita por Jane Austen e incluir elementos sobrenaturales sin ofender a sus fans.
El resultado fue asombroso, no sólo llegó a la lista de los más vendidos sino que se ha traducido a más de 20 idiomas. Motivado por el impacto de esa obra escribió Abraham Lincoln, Caza vampiros, cuya adaptación a película ha sido todo un éxito. Tim Burton es uno de los productores que no dudó en respaldar a Seth, a quien anteriormente ya le había confiado el guión para su película Dark Shadows.
En esta película vemos a un Abraham Lincoln que desde niño se indigna con las injusticias sociales, dejando entrever los valores que lo llevarían después a promover el desarrollo económico y a abolir la esclavitud en Norteamérica. Pero también narra el momento en que decidió luchar contra los vampiros que al parecer abundaban en el siglo XIX.
El autor combina a la perfección los pasajes más conocidos de la vida de Lincoln con su condición de caza vampiros. Las excelentes caracterizaciones y la ambientación de la película son dignas de cualquier película biográfica dejando de lado los chupasangres que están ansiosos por encajar sus colmillos. Las secuencias de pelea son innovadoras, no sólo por la coreografía sino por las locaciones y situaciones que complican aún más las batallas.
La fotografía, hermosa y oscura, proporciona el escenario ideal para la sombría pero esperanzadora historia de este singular caza vampiros. Benjamin Walker intepreta a Lincoln de manera magistral rindiéndole tributo a uno de los mejores presidentes que han existido mientras lo hace ver incluso más genial al ser un hábil caza vampiros.
Esta película es una divertida lección de historia con un emocionante giro sobrenatural. Habrá quienes la critiquen por tergiversar la historia para darle cabida a un montón de vampiros sedientos de sangre en la Guerra Civil pero yo aplaudo la propuesta. Además, no estuve allí para saber qué fue lo que pasó realmente, los vampiros de esta película no son tan diferentes de los políticos sedientos de poder en la época actual. Quizás Seth no está tan alejado de la realidad.
La imagen utilizada es el póster oficial de la película y es propiedad de la productora.

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