jueves, 25 de abril de 2013

Lo mejor de dos mundos


Hace unos meses leí un reportaje acerca del renaciente interés por los zombies en la cultura pop. Se mencionaba la reinvención del tema y se explicaba con asombro lo exitosas que han resultado las nuevas adaptaciones a cine y televisión. No entiendo por qué la popularidad del fenómeno zombie les causa desconcierto a algunos, para los que somos fans de este concepto desde hace años no es ninguna sorpresa.
Los zombies han hecho innumerables apariciones en películas B que, a pesar de ser altamente criticadas, gozan de una enorme cantidad de seguidores que han permanecido fieles al género durante décadas. De la misma forma en que los vampiros y los licántropos regresan a la pantalla grande para cautivar a nuevas generaciones los zombies hacen lo suyo al ganar terreno sin necesidad de cursis historias de amor o protagonistas tan atractivos que parecen salidos de una pasarela.
Los zombies son seres espantosos, putrefactos, con miembros faltantes y órganos saliendo de sus cuerpos. En algunas versiones caminan lenta y torpemente mientras en otras corren ágilmente e incluso poseen cierto nivel de inteligencia que los hace más letales. Los desafortunados humanos que deben enfrentarse al apocalipsis zombie no pierden tiempo en verse bien o en conseguir un sofisticado armamento, simplemente actúan lo más rápido posible para escapar de los muertos vivientes, improvisar un arma con lo que encuentren y procurarse un vehículo de escape.
Hay que reconocer que con el tiempo la fórmula de las películas de zombies se volvió un tanto predecible y repetitiva. Siempre comenzaban con la normalidad de la vida diaria, se desataba el caos, las circunstancias llevaban a un puñado de desconocidos, lo más variado posible, a unirse e intentar sobrevivir. No tardaban en aparecer las diferentes aportaciones de los miembros según sus particulares habilidades y nunca faltaban el eterno pesimista, el lastre, el líder nato y el que se sacrifica por alguno de sus compañeros.
The Walking Dead es una extraordinaria serie de televisión que demostró que las tramas en el género zombie no sólo incluyen la búsqueda de comida y refugio mientras huyen de sus monstruosos perseguidores. Esta serie adaptada del cómic del mismo nombre ha roto récords de audiencia y ha recibido numerosas nominaciones por actuación, edición y efectos especiales entre otros. Sus escritores han logrado crear un ambiente de tensión no sólo por la amenaza de los muertos vivientes que con una sola mordida sellan el destino de los protagonistas sino por la profundidad de los personajes y la complejidad de las relaciones entre ellos.
No todas las críticas son buenas, en ocasiones se le ha considerado a esta serie un poco “telenovelesca” por incluir triángulos amorosos y traiciones dentro del grupo de sobrevivientes pero el aspecto humano de esta serie es lo que la caracteriza y la sitúa en una categoría diferente al resto de las historias situadas en un apocalipsis zombie. Siguiendo esta línea, hay un autor que fue incluso más allá y decidió contar, desde su punto de vista, cómo hubieran lidiado con los zombies en la Inglaterra de principios del siglo XIX.
Seth Grahame-Smith, mejor conocido por ser el autor de Abraham Lincoln, Caza Vampiros, novela recientemente llevada a la pantalla grande, se atrevió a inyectar una buena dosis de muertos vivientes en una novela clásica de Jane Austen dando como resultado: Orgullo y Prejuicio y Zombies. Para algunos el concepto puede resultar extraño pero en cuanto vi el libro pensé “Literatura clásica inglesa y zombies, debe ser un gran libro” y no me equivoqué.
Aunque por momentos nos parece estar leyendo palabra por palabra el libro de Austen con menciones de zombies aquí y allá es impresionante la facilidad con que aceptamos la realidad de ese universo alterno en el que Elizabeth Bennet es una gran guerrera cuyas habilidades para acabar con innombrables, así les llaman a los zombies en esta novela, son reconocidas en la campiña inglesa.
Todos los personajes y pasajes de Orgullo y Prejuicio aparecen en este libro sólo que deben lidiar con zombies que entran sin invitación a las reuniones sociales y que atacan los carruajes en los que las mujeres se aventuran a salir para conseguir marido. El recato, los buenos modales, el cortejo y la importancia de la reputación no se olvidan en ningún momento pero a estas virtudes se agrega el dominio de las artes marciales y el manejo envidiable de una katana.
Un libro recomendado para todos los románticos que aprecien una buena pelea con zombies. Una lectura original y divertida que se las ingenia para incluir ninjas y trampas hechas con coliflor para atraer innombrables en las complicadas relaciones amorosas de las hermanas Bennet.
La imagen utilizada es propiedad de la Editorial.

viernes, 19 de abril de 2013

Los G.I. Joe no serán vencidos


Hace cuatro años cuando fui a ver G.I. Joe, El origen de Cobra, no tenía duda de que vería explosiones, disparos, vehículos asombrosos y sofisticadas armas militares, no esperaba mucho de la trama pero fui gratamente sorprendida al encontrarme también con una gran trama y personajes carismáticos. Me pareció una excelente manera de refrescar la franquicia y presentársela a nuevas generaciones. Esta película incluso logró convertir a Channing Tatum y a Marlon Wayans en actores de acción. A pesar de que el primero puede resultar aburrido en pantalla y el segundo parece especializarse en comedias simplonas.
Las películas de acción quizás no ganen premios por actuación y guión original pero son unas de las que generan las mayores ganancias. Por eso los estudios deben apresurarse a filmar las secuelas para mantener el interés del público y capitalizar al máximo estas franquicias. Hay películas cuyas secuelas generan más expectativa que otras y, por lo general, son aquellas que tardan más años en realizarse al tratarse de grandes producciones.
No es ningún secreto que G.I. Joe: La Venganza contó con menos presupuesto que su predecesora y se nota hasta cierto punto. Desde que vi los cortos no estaba muy convencida, sobre todo porque en tan sólo unos segundos, y con menos munición a la que estas películas nos tienen acostumbrados, acaban con casi todos los Joe, incluyendo a Duke. Después de lo mucho que se esforzaron por convencernos en la primera parte que Channing era un buen protagonista, resultaba extraño que apareciera sólo unos minutos en pantalla en la continuación.
En los cortos se veía también que prescindieron de Wayans y muchos otros que no se echan de menos, afortunadamente no fue el caso con Snake-Eyes y Storm Shadow cuyos enfrentamientos siempre son emocionantes. La presencia de Bruce Willis en esta secuela, cuyas mejores épocas cómo actor de acción parecen haber quedado atrás, sugería un poco de desesperación por compensar el bajo presupuesto.
Dwayne “The Rock” Johnson fue el actor elegido para el protagónico. Su carisma y su gran personalidad son innegables, sólo falta ver la adoración del público cuando se encuentra sobre el cuadrilátero para darse cuenta de lo popular que es. Desafortunadamente no logra transmitir esa misma magia a través de las pantallas de cine. Aun así, su gran físico, su característica expresión al levantar la ceja y su cautivadora sonrisa siempre atraen al público. The Rock es un actor medianamente bueno cuya personalidad compensa cualquier falla que pueda tener. Es difícil decir algo negativo acerca de él.
G.I. Joe: La Venganza fue destrozada por la crítica, muchos la tacharon de tonta e insípida. La acusaron de abusar de recursos violentos y de escenas de destrucción a gran escala. Hay quienes incluso la catalogaron como basura y falta de creatividad. Esta película debutó con ganancias por debajo de su predecesora por un pequeño margen, aun así, fue todo un éxito de taquilla y estuvo en primer lugar de audiencia.
Los críticos tienen razón hasta cierto punto pero eso es porque están juzgando esta película bajo lineamientos erróneos para este tipo de filmes. Cuando asistimos a una película de acción queremos ver explosiones absurdas, destrucción masiva, actos heroicos poco creíbles y villanos que en ocasiones causan más risa que miedo. No me avergüenza admitir que me gustó G.I. Joe: La Venganza. Me pareció muy entretenida y la pelea con ninjas en lo alto de una cordillera es de lo más emocionante. ¿Qué importa que no tenga mucho sentido? ¿Cuál es el problema de que algunos aspectos de la trama no sean lógicos?
Estas son cuestiones que no deben analizarse en este tipo de películas. Fueron hechas para entretener no para ganar premios en el Festival de Cannes. Van dirigidos a niños, adolescentes y adultos que quieren olvidarse de la vida diaria y pasar un buen rato disfrutando de un refresco con demasiadas calorías y unas palomitas con suficiente mantequilla para disparar nuestros niveles de colesterol por los aires. Porque de eso se trata precisamente ir al cine, de pasarla bien por un par de horas sin pensar mucho al respecto.
G.I. Joe: La Venganza es una de muchas películas de acción que han sido altamente criticadas por aquellos que simplemente no saben cómo disfrutar las cosas por lo que son. Definitivamente recomiendo cualquier película que mantenga ocupado a Bruce Willis para que no filme más secuelas de Die Hard y que ni se le ocurra acercarse otra vez a Los Indestructibles.
La imagen utilizada es el póster oficial de la película y es propiedad de la productora.

lunes, 15 de abril de 2013

Traicionando a los lectores


Danielle Steel es una de las autoras contemporáneas más conocidas, las tramas de sus novelas, que usualmente nos muestran dramas a los que familias adineradas se enfrentan, resultan en libros de fácil y entretenida lectura que pueden leerse de corrido en una tarde lluviosa. No por nada se ha ganado el primer lugar en bestsellers como autor con vida y el cuarto lugar de todos los tiempos con más de 800 millones de copias vendidas.
Steel es capaz de crear elaboradas intrigas y engaños, por lo general sus personajes son víctimas de chantaje o fraudes y más de uno terminan suicidándose. El deseo de venganza y la ambición desmedida son elementos típicos de sus historias y, a pesar de que la fórmula parece un tanto gastada, sigue funcionando.
Las novelas de Steel son ligeras, sin muchos giros o vueltas inesperadas pero el entorno en el que coloca a sus personajes, las vívidas descripciones de sus estilos de vida y la falta de escrúpulos con la que se llevan a cabo planes siniestros son garantía de un buen rato. Sus libros son los ideales para llevar de viaje o para leer en la playa durante el bronceado.
Su talento e ingenio es innegable pero con el tiempo sus novelas se han vuelto un tanto predecibles. Siguen siendo muy entretenidas y están muy bien escritas pero faltan elementos inesperados que tomen al lector por sorpresa y le dejen ver que aún hay muchas buenas ideas en la mente de Danielle Steel.
A través de los años sus fieles lectores se acostumbraron a comprar sus novelas simplemente por tratarse de ella, no porque la trama los intrigara. De alguna manera me pasó lo mismo y eventualmente dejé de adquirirlos porque me encontraba con muchos otros autores que parecían prometer algo más interesante. Algunos me decepcionaron y otros se ganaron una seguidora más.
Hace unos días me topé con Betrayal, una de las más recientes novelas de Steel. Fue escrita en 2012 y llegó al tercer lugar en la lista de los más vendidos de New York Times. No quise leer las críticas para no ser influenciada y así darle otra oportunidad. Desde un principio tiene todas las características de una novela de Steel al hablarnos del estilo de vida de los ricos y famosos creando así un escenario ideal para una buena intriga.
Conociendo su estilo, sabía que no debería pasar muchas páginas antes de que el personaje principal, Tallie, una famosa y talentosa directora de cine en Hollywood fuera traicionada por alguien de su círculo de confianza. La canallada se reveló casi desde un principio y los posibles sospechosos fueron interrogados de inmediato. El golpe bajo sucedió tan pronto que ni siquiera tuvimos tiempo de identificarnos con los personajes o de sentirnos decepcionados de la traición que cometieron.
La trama se volvió predecible y repetitiva, los diálogos parecían consistir en contarse unos a otros lo que estaba sucediendo una y otra vez. No hubo nada excitante sobre las investigaciones que el FBI realizaba para dar con el culpable y la vida de Tallie se tambaleó más por cuestiones personales que por la traición que se suponía era la trama central del libro.
Hacia la mitad del libro yo ya tenía resuelto todo el misterio, no hubo ningún enredo ni complicación así que creí que de pronto surgiría un nuevo elemento que daría la vuelta al caso y abriría una nueva línea de investigación, quizás un nuevo personaje o algún descubrimiento asombroso pero no fue así. Todo comenzó y terminó muy pronto: traición, investigación, culpable, castigo, final feliz. Todo esto sucedió faltando una tercera parte del libro, el resto fue sólo relleno tedioso de una relación que todos vimos venir.
A pesar de la débil trama y los personajes planos es, al fin y al cabo, un libro típico de Danielle Steel en el aspecto de que no podemos dejar de leer, sólo que en este caso fue porque seguíamos esperando que algo interesante sucediera. Lamento admitir que este es uno de los libros más flojos de Steel pero nada despreciable si necesitas entretenerte abordo de un camión o quieres una lectura ligera antes de dormir. Si lo que quieres es una lectura emocionante e inteligente te recomiendo que leas alguna de sus novelas más antiguas.
La imagen utilizada es propiedad de la Editorial.

viernes, 5 de abril de 2013

El primer pasajero


Al crecer en los ochentas me tocó ver una cantidad considerable de malas películas de terror, algunas se volvieron clásicas y de culto y otras pasaron sin pena ni gloria. Los directores debían encontrar maneras de asustar al público sin depender del maquillaje y los efectos especiales que en esa época eran un tanto deficientes.
En muchas películas la fórmula típica era crear suspenso con una escena de relativa calma en la que la música nos avisa que todo está a punto de cambiar. Aunque sabíamos que en cualquier momento saldría el monstruo/asesino/fantasma/mutante siempre nos daba un buen susto.
Otra fórmula muy empleada en ese tipo de películas que puede disimular la falta de producción es la obscuridad. He visto infinidad de películas de terror con escenas tan obscuras que es difícil ver lo que sucede. En ocasiones no tenemos ni idea de lo que sucede pero se aprecian ciertos movimientos y se escuchan gritos. Por instantes vemos sombras y texturas que dan la idea de una lucha y aunque seguimos sin saber qué está pasando es suficiente para comprender que es algo malo y que los protagonistas están en peligro.
Una franquicia que se valió mucho de este recurso es Alien, estas películas de ciencia ficción de terror nos emocionaron y dieron pesadillas por igual. El interior frío y estéril de la nave espacial fue el escenario perfecto para el temor y la paranoia que se iba apoderando de los tripulantes ante la amenaza de un pasajero desconocido. Los pasillos obscuros con cables chispeantes que permitían ver sombras desplazándose rápidamente nos ponían los nervios de punta.
Después de una buena dosis de suspenso y escenas demasiado oscuras para ver bien al octavo pasajero nuestra paciencia fue recompensada con uno de los mejores diseños de extraterrestres. El escultor y pintor surrealista H.R. Giger fue el encargado de crear a Alien, su estética posee una aterradora belleza, muestra de la genialidad con la que diseña sets de filmación. Sus criaturas biomecánicas son reflejo de los más obscuros rincones de su mente, algo que él admite orgullosamente.
Sus creaciones provocan reacciones extremas, hay quienes las encuentran horribles y enfermizas pero otros las consideran eróticas e hipnóticas. Las películas de la serie Alien quizás no hubieran sido tan exitosas de no contar con los diseños de Giger y aunque las primeras entregas fueron más populares es indudable la lealtad de los fans a la franquicia.
Prometeo es la séptima entrega de esta serie de películas que se estrena 34 años después de la primera parte. Como las precuelas están de moda en Hollywood esta no es la excepción y Prometeo nos lleva al inicio de todo, aunque sus creadores insisten en que sólo precede a los eventos de la película original y que no está conectada directamente con ella aunque sí tiene rastros de ADN de la criatura que todos conocemos.
Ridley Scott y James Cameron pueden decir lo que quieran pero para los que llevamos décadas siguiendo las andanzas de los Aliens no tenemos motivo para dudar que sea una precuela. Prometeo nos recuerda por qué la ciencia ficción puede ser espeluznante. Los paisajes desolados y los organismos desconocidos son capaces de asustar a cualquiera que sueñe con ir al espacio.
En esta película también hay varias escenas obscuras para los que sientan nostalgia por la original pero me alegra decir que en su mayoría las tomas están bien iluminadas para que apreciemos la sangre y los organismos extraños en todo su esplendor y los complejos efectos especiales son impresionantes. La aventura comienza en el año 2089, con un descubrimiento arqueológico que origina una misión espacial para contactar a unos seres desconocidos.
Charlize Theron interpreta el papel de Vickers, encargada de monitorear la misión, su papel es tan frío y calculador que David, el androide interpretado por Michael Fassbender, parece más humano que ella. Noomi Rapace es a la pacífica arqueóloga que conforme avanza la película se convierte en toda una guerrera casi tan ruda como Ripley.
Las críticas no fueron  muy favorables con Prometeo, ha sido tachada de predecible, plana e incluso la acusan de dejar más cabos sueltos de los que resuelve. Las dudas se resolverán en la secuela que servirá de puente entre ésta y Alien, echando así por tierra el comentario de que Prometeo no es parte de la franquicia. La continuación ya está contemplada pero aún no hay aviso oficial.
Los fans de este género y de la franquicia Alien estarán satisfechos con esta película y esperarán ansiosamente la segunda parte que cierre el círculo de la saga. A juzgar por el final de Prometeo la secuela definitivamente será más intensa y siniestra. Este largometraje terminó su temporada en cartelera sin haber logrado cerrar ninguna semana en primer lugar, aun así tuvo gran éxito y fue bien recibida. Sin duda una película que los aficionados a la ciencia ficción no se pueden perder.
La imagen utilizada es el póster oficial de la película y es propiedad de la productora.

jueves, 4 de abril de 2013

“La venganza es dulce y no engorda” Hitchcock.


Todos hemos escuchado que detrás de un gran hombre hay una gran mujer pero no todos coinciden con el verdadero significado de esa frase. Sorprendentemente ha sido incluso tema de debate en la eterna guerra de los sexos. Hay quienes la consideran un insulto al implicar que la mujer debe permanecer a la sombra de su pareja, otros incluso llegan al extremo de decir que la frase insinúa que un hombre sin una mujer que lo apoye no es nada.
En lo personal creo que la frase significa algo diferente para todos y que cada quién debe tomarla como quiera. Grandes personajes de la historia han hecho huella sin necesidad de tener una pareja e incluso en nuestra vida diaria vemos cómo las personas se las arreglan sin depender de su cónyuge. De igual manera, hemos visto parejas que han triunfado en diversos ámbitos al trabajar en equipo.
Pierre y Madame Curie; Fernando e Isabel La Católica; Napoleón Bonaparte y Josefina, Marco Antonio y Cleopatra e incluso Hillary y Bill Clinton son algunas de las parejas que unidas lograron un éxito mayor al que hubieran gozado individualmente y nadie pone en tela de juicio la participación y mérito de ambas partes. Pero ¿qué hay de aquellas mujeres cuyo trabajo nunca fue reconocido? Me refiero a todas las esposas y novias que dedicaron sus vidas a apoyar a los hombres en sus vidas para que ellos se llevaran toda la gloria.
Uno de los casos más controversiales es sin duda el de Mileva Maric, esposa de Albert Einstein. Los logros de Einstein son tan conocidos que incluso su imagen se ha convertido en ícono de la cultura pop cómo símbolo de inteligencia, ciencia e ingenio pero pocos saben que su esposa era tan preparada e inteligente cómo él. Hay quiénes incluso se aventuran a decir que ella era el verdadero cerebro detrás de toda la operación pero el machismo de la época la obligó a atribuir todos sus descubrimientos a su esposo para que fuesen tomados en serio.
Las suposiciones acerca de Mileva no se basan sólo en el hecho de que ella también fuera física y que tuviera facilidad para las matemáticas. Cabe mencionar que no es ningún secreto que su esposo tuviera dificultad con las matemáticas y que sus teorías y fórmulas nunca hubieran sido desarrolladas sin ellas. La publicación de las cartas románticas entre el matrimonio Einstein sacó a la luz muchos detalles como el hecho de que Mileva fue el sostén económico de Albert antes de que se casaran. Albert solía referirse a los experimentos y teorías como “nuestros”, implicando así que no los había realizado solo.
Otro posible indicio de la colaboración de Mileva es la existencia de manuscritos firmados Einstein-Marity, (Maric en Húngaro) implicando el crédito compartido. Sus detractores consideran que esto no es suficiente para considerar a Mileva ni siquiera como científica. Tal vez nunca sepamos la realidad sobre ella y su nombre quedará para siempre fuera de las investigaciones que posiblemente realizó.
Otra mujer que podría haber sido relegada a segundo plano fue Alma Reville, esposa de Alfred Hitchcock. Alma fue asistente de dirección, guionista y una brillante editora. Trabajó en varios proyectos cinematográficos pero su prioridad eran las películas de su esposo. Poseedora de un ojo clínico y gran sensibilidad para la edición, Alma era capaz de detectar errores que ni el mismo Hitchcock veía. El éxito de sus películas se debe en gran parte al talento e instinto de su esposa para los proyectos.
La importancia de la colaboración de Alma se muestra en la película Hitchcock, basada en la novela Alfred Hitchcock y la filmación de Psycho. En ella vemos a Anthony Hopkins interpretar magistralmente al maestro del suspenso durante la época en que filmó Psycho. La talentosa Helen Mirren es Alma, la inteligente y capaz mujer que cuida cada detalle de las producciones de Hitchcock mientras sobrelleva las idiosincrasias de su peculiar esposo.
En Hitchcock vemos el momento en que el director se obsesionó con filmar la película, la selección de actores, las dificultades para financiar el proyecto y los problemas que surgieron durante la filmación. Es innegable la gran actuación de Hopkins pero es Mirren la que se roba la película. Este largometraje, a pesar de tratar sobre la filmación de Psycho, es una mirada de cerca a la relación entre Hitchcock y su esposa que resulta muy entretenida.
Los programas y películas de Hitchcock tienen hasta la fecha una legión de fiel seguidores, muchos de ellos quizás se sientan decepcionados al asistir a esta película esperando ver un documental sobre la realización de Psycho pero Alfred y Alma nos dan material de sobra para una película interesante llena de intriga, sospechas y secretos. Claro, no puede faltar la música característica y Hitchcock haciendo comentarios ingeniosos mirándonos directamente a través de la cámara.
La imagen utilizada es el póster oficial de la película y es propiedad de la productora.

martes, 2 de abril de 2013

Un mundo que vale la pena visitar


El Mago de Oz es una película infantil clásica basada en el libro escrito por L. Frank Baum que ha cautivado a millones desde su estreno en 1939. El largometraje es fiel al libro y logra transmitir la magia del mundo fantástico que Baum creó. La historia está plagada de personajes extraños de personalidades únicas con las que el público se identifica de inmediato. La bondad, la amistad, el deseo de hacer el bien, el compañerismo y la confianza son valores fundamentales para los protagonistas que se embarcan valientemente en una aventura llena de peligros.
La belleza del mundo de Oz y sus habitantes se empaña con la presencia de la Bruja Mala del Oeste, una mujer horrible de piel verde que representa al mal. La envidia, el odio, la venganza y un sinfín de sentimientos negativos son lo que llevan a la bruja a perseguir a Dorothy y a sus nuevos amigos con el fin de destruirlos. A simple vista, la típica historia del bien contra el mal.
La mayoría de los cuentos clásicos infantiles tienen un lado macabro si se analizan con ojo crítico y El mago de Oz no es la excepción, empezando por Dorothy, la protagonista huérfana que vive rodeada de adultos que están demasiado ocupados para ponerle atención. Tiene una vecina malvada que quiere matar a su perro y para colmo vive en una zona de tornados. Su llegada a Oz no es menos deprimente ya que la casa de Dorothy, transportada a ese mundo por un tornado, aterriza sobre la Bruja Mala del Este y la mata. Por si el homicidio involuntario no fuera suficiente Glinda, la Bruja Buena del Norte, le entrega a Dorothy las zapatillas de rubí que pertenecieron a la fallecida bruja.
Lo mejor es no pensar mucho sobre esto ya que comienzan a aparecer serias dudas sobre la integridad de Glinda y la supuesta inocencia de Dorothy quien no parece afectada en lo más mínimo por haber causado la muerte de una mujer. Por si no fuera suficiente la presencia de espantapájaros y hombres de hojalata que cobran vida tenemos animales parlantes, híbridos de monos y murciélagos y un misterioso mago que supuestamente otorga deseos. Quizás los aspectos más sombríos de la historia facilitaron la propagación de la leyenda urbana sobre un actor que se suicida en una escena de la película. Después se demostró que el supuesto suicidio era un ave exótica en el set de filmación pero aún hay personas que afirman ver claramente a un “munchkin” quitándose la vida.
La película de 1985 Regreso a Oz, basada en los libros The marvelous land of Oz y Ozma of Oz, de L. Frank Baum, tenía tintes aún más sombríos. En ella vemos a una Dorothy, meses después de su viaje a Oz, como una niña melancólica, obsesionada por sus aventuras en Oz y con problemas para dormir. Por eso, su tía la lleva con el Dr. Worley, famoso por sus novedosos tratamientos eléctricos. La idea de que Dorothy termine internada en una institución psiquiátrica sufriendo electroshocks ya es de por sí perturbadora pero lo peor está por venir. Dorothy logra escaparse de ese lugar sólo para caer en un río y encontrarse nuevamente en el mundo de Oz, sólo que en esta ocasión está destruido y sus queridos amigos han sido convertidos en piedra.
En 1995 Gregory Maguire escribió una novela paralela a la de Baum titulada Wicked, memorias de una bruja mala. En ella se describe una realidad muy diferente a la que todos conocemos, la verdadera historia de la Bruja Mala del Oeste llamada Elphaba. Maguire eligió ese nombre a manera de tributo al autor L. Frank Baum. Wicked muestra la difícil infancia de Elphaba, la discriminación que sufrió e incluso la situación política y social de Oz. Elphaba es una mujer independiente, inteligente y con principios. Es una activista y una defensora de derechos humanos y animales.
Antes de ser la Bruja Mala del Oeste era una mujer con sueños e ilusiones que sufrió amor y desamor. Elphaba adoraba a su hermana y sufrió inmensamente cuando la perdió por culpa de Dorothy quien incluso tuvo el descaro de llevarse las zapatillas de rubí que eran lo único que quedaba de su hermana. Wicked es una conmovedora historia que se adaptó a Musical y ha gozado de gran éxito en Broadway. El proyecto para cine se quedó rezagado pero gracias al éxito del largometraje Les Miserables se anunció que la filmación se realizará más pronto de lo planeado.
Sabía que la película Oz, el poderoso era una precuela de El mago de Oz y que se centraría en los orígenes del mago pero tenía la esperanza de que incorporaran parte de la historia de Wicked. Desafortunadamente no fue así, hicieron un gran trabajo con el personaje principal y la explicación de su llegada a Oz pero creo que le faltó dimensión al personaje de la bruja y la relación entre ellos. Aun así la película es visualmente espectacular, Oz es un lugar hermoso, lleno de vida y colorido hasta en el último rincón. Les recomiendo la vean en 3D.
La película tiene tantos personajes memorables cómo la original y Sam Raimi, uno de mis directores favoritos, logró dar un toque moderno a la historia sin perder la inocencia que la caracteriza. James Franco hace un papel decente pero no parece haber mucha química entre él y Mila Kunis, no se aprecia bien la supuesta intensidad del desengaño amoroso que la lleva a una vida de maldad. Rachel Weisz es una gran actriz y era de esperarse que interpretara a la perfección el papel de bruja mala.
Los peculiares personajes que acompañan al mago desde su llegada a Oz son fascinantes y en ocasiones parecen opacar a Franco. Esta película encantará a chicos y a grandes, tiene de todo: drama, comedia, acción, aventura, fantasía e incluso munchkins bailando y cantando, aunque francamente hubiera preferido que prescindieran de ellos.
Debido a que es una precuela debe quedar inconclusa hasta cierto punto para que la historia pueda retomarse cuando la casa de Dorothy llegue volando por los aires. Oz, el poderoso no decepcionará a los que quieran pasar un buen rato palomeando pero los que esperaban ver una versión mejorada de una de las brujas más famosas de todos los tiempos tendrán que esperar a una nueva película de El Mago de Oz porque Mila Kunis no logra superar a la original. Quizás fue un problema de guión o de dirección pero su personaje no fue explotado lo suficiente.
Sam Raimi se atrevió a meterse con una de las películas más queridas de todos los tiempos y no lo hizo nada mal aunque es difícil imaginar que Oz, el poderoso pueda volverse un clásico como la original. Aquí no hay zapatillas de rubí que te lleven de vuelta a casa ni canciones pegajosas que te pidan seguir el camino amarillo. Todo eso se compensa con suficientes comentarios ingeniosos e imágenes generadas por computadora para disfrutar la película de principio a fin.

La imagen utilizada es el póster oficial de la película y es propiedad de la productora.

Un vuelo accidentado


El miedo a volar, conocido como aerofobia, es uno de los más comunes y que afecta a millones de personas. Los expertos lo clasifican cómo un temor irracional debido a que  el riesgo de morir en un accidente de avión es mínimo según las estadísticas. Es más probable sufrir un accidente al viajar en carretera que por los aires pero ni los expertos pueden ignorar el hecho de que es mucho más probable sobrevivir a un choque automovilístico que a un avionazo. Además, por más que sepamos sobre aerodinámica no deja de resultar impresionante el que máquinas tan grandes y pesadas sean capaces de elevarse a grandes alturas y en condiciones meteorológicas extremas.
Viajar en avión cuando se sufre de aerofobia es una experiencia estresante, sobre todo si se tiene la mala suerte de encontrarse con una turbulencia severa capaz de poner nerviosos hasta a los viajeros más experimentados. Los sobrecargos son personas muy preparadas que poseen el entrenamiento requerido para manejar casi cualquier eventualidad pero en una situación de peligro hasta ellos tendrían dificultades para no mostrar preocupación en sus rostros, aunque sea un poco.
Así que, cuando voy en avión y la turbulencia me parece un poco más severa de lo normal lo primero que hago es ver las caras de los sobrecargos y si no veo consternación en sus miradas entonces doy por sentado que todo está bajo control. No sé qué tan acertada sea mi teoría pero me ha mantenido tranquila durante vuelos con ruidos extraños, numerosas bolsas de aire e incluso turbulencias tan fuertes que ni siquiera los sobrecargos pueden mantenerse de pie.
No sufro de aerofobia ni me ha tocado viajar con alguien que la padezca. He visto nervios normales por ir en avión y pequeños sustos por movimientos bruscos pero nunca he presenciado que alguien quiera abrir la salida de emergencia en pleno vuelo o que tenga que ser amarrado a su asiento.
He tenido suerte, sobre todo en aquellos vuelos en que voy con mi hermana ya que tiende a sacar su repertorio de los peores accidentes aéreos de la historia en cuanto el avión despega. Siempre me preparo por si ocasiona histeria colectiva en los pasajeros a nuestro alrededor que no pueden evitar escuchar las narraciones de mi hermana con lujo de detalles. Nos ven de la misma manera en que lo hacen los bañistas en la playa que se encuentran a pocos metros de nosotros disfrutando de las olas cuando mi hermana detalla las mejores historias de “La semana del tiburón” de Discovery Channel.
La realidad es que al viajar en avión no nos queda más remedio que confiar completamente en las aerolíneas. En el momento en que ponemos un pie a bordo de un avión comercial estamos dejando nuestras vidas en manos de una empresa y de su personal, cuyo nivel de preparación hará la diferencia entre la vida y la muerte.
El piloto de US Airways, Chesley Sullenberger, es conocido en todo el mundo por el aterrizaje de emergencia que realizó en el río Hudson. Por si eso no fuera suficientemente heroico se aseguró de que los 150 pasajeros y 4 miembros de la tripulación fueran puestos a salvo antes de abandonar la aeronave que se hundía. Una hazaña propia de un hombre con una intachable carrera en la fuerza aérea con títulos universitarios en Psicología Industrial y Administración Pública, colaboraciones con científicos de NASA y más de 20,000 horas de experiencia en vuelos.
Tras el incidente Chesley recibió condecoraciones, fue invitado a numerosos programas, escribió un libro e incluso el partido Republicano le ofreció su apoyo para un puesto político. Todos querían a Sullenberger pero ¿qué hubiera pasado si los antecedentes de este piloto fueran menos que admirables? ¿Si hubiera sido un adicto? ¿Un irresponsable? Quizás las personas no hubieran estado tan dispuestas a catalogarlo como un héroe, tal vez hasta lo habrían considerado responsable del percance.
Esta es la premisa de Flight, la película estelarizada por Denzel Washington que nos cuenta la historia de Whip, un piloto de vuelos comerciales cuyas adicciones al alcohol y a la cocaína alejaron a su esposa e hijo. Tras una noche de excesos, en un vuelo de rutina, se presenta una falla mecánica y Whip se ve obligado a ejecutar una difícil maniobra para aterrizar de emergencia y así, salvar a los pasajeros. La escena del accidente es muy emocionante y está muy bien realizada, no se necesitó de gritos y sangre en exceso para mostrar la gravedad del asunto ni la angustia que los pasajeros estaban experimentando.
Whip es elogiado por su pericia hasta que sus adicciones y comportamiento objetable salen a relucir. Entonces la opinión pública cambia radicalmente e incluso se sugiere que el accidente fue su culpa. Denzel nos regala una brillante actuación logrando que odiemos a Whip por su alcoholismo al tiempo que sentimos lástima al darnos cuenta que es un ser humano cómo cualquier otro que ha tomado malas decisiones.
El trágico accidente no sólo afecta la vida de Whip sino la de una mujer que conoce en el hospital y con la que comienza una extraña relación. La carrera de Whip se encuentra en peligro e incluso puede terminar en la cárcel, la aerolínea puede estar en problemas si se demuestra negligencia en el mantenimiento de su equipo e incluso la integridad de la aeromoza que sostenía una relación casual con Whip es puesta en duda. Flight es un intenso drama que demuestra que mientras más alto te encuentres más dura será la caída.
La imagen utilizada es el póster oficial de la película y es propiedad de la productora.