El cine y la literatura han dado un aspecto glamoroso, emocionante e intrigante al mundo del espionaje. Imaginamos a los espías como hombres y mujeres de físicos envidiables que viajan por todo el mundo luciendo lo último de la moda mientras se codean con personas importantes. No faltan las armas sofisticadas y todo tipo de gadgets con tecnología de punta que los ayudarán a salir de cualquier percance.
Todas estas características, y algunas otras de aspecto más comercial, corresponden al prototipo de espía que vemos en el cine pero ¿cómo son los verdaderos espías? Mata Hari es una de las espías más famosas de la historia que supo utilizar su belleza, inteligencia, educación y dominio de varios idiomas para infiltrarse en ciertos círculos sin levantar sospechas. La única falla que tuvo fue convertirse en doble espía y bien dicen que el que a dos amos sirve con uno queda mal. Su labor simultánea para Francia y Alemania fue recompensada con el paredón de fusilamiento.
Seguramente las mejores historias de espías verdaderos se encuentran ocultas y difícilmente serán algún día de dominio común. Son innegablemente emocionantes los espías ficticios y las arriesgadas misiones a las que los autores los mandan pero la realidad es mucho más asombrosa, empezando por la identidad de algunos espías que sirvieron a su país.
Cuando hablamos de Charlie y la fábrica de chocolate lo último en lo que pensaríamos es en labores de espionaje para el gobierno británico. Pues bien, eso fue exactamente lo que hizo Roald Dahl antes de escribir sobre la extraña fábrica donde laboraban Oompa Loompas. Charles “Lucky” Luciano es una leyenda del crimen organizado pero pocos saben que, tras su captura, hizo un trato con el gobierno norteamericano y ayudó a arrestar a ocho espías alemanes.
Antes de que Julia Child descubriera su pasión por la cocina francesa trabajó para la Oficina de Servicios Estratégicos de E.U.A., organismo precursor de la CIA. La receta que creó para ayudar a su país fue para un repelente de tiburones que los mantuviera alejados de las minas submarinas. También se le asignaron misiones de campo con cierto grado de peligrosidad. Se rumora que el gran escapista, Harry Houdini, fue contratado por el Servicio Secreto Americano y por Scotland Yard para utilizar sus habilidades e infiltrarse en ciertas estaciones de policía y obtener información.
Ian Fleming, el creador de James Bond, tuvo material de sobra para inspirarse al trabajar para la Inteligencia Británica Naval. Aunque su trabajo era de escritorio, su ingenio para idear complejas tramas de espionaje lo convirtieron en un elemento valioso para la agencia. Años más tarde colaboró con E.U.A. para crear una organización dedicada a servicios de inteligencia internacional. Tuvo la oportunidad de presenciar a los operativos británicos escabulléndose en la oficina del Consulado General Japonés donde abrieron la caja fuerte y sacaron copias de los códigos secretos.
Este suceso inspiró a Fleming para la misión de Bond en la primera entrega de la saga 007, Casino Royale. El carismático personaje compartía una gran cantidad de características con su creador. James Bond no tardó en ganar popularidad y convertirse en una lucrativa franquicia. Libros, cómics, programas de radio y televisión, videojuegos y películas, El agente 007 es un personaje atemporal básico en la cultura pop.
En lo personal, considero que Sean Connery ha sido el mejor Bond en cine aunque Roger Moore no decepcionó. Hay muchos otros actores que han encarnado a Bond pero han pasado sin pena ni gloria, algunos con más pena. Cuando Daniel Craig fue elegido como el seductor espía que completa sus misiones sin perder el estilo muchos estuvieron en desacuerdo. Quizás era difícil aceptar a un Bond con cabello rubio que en lugar de tener una personalidad magnética parecía arrogante y seco.
Craig demostró que las críticas se equivocaron al lograr que las tres últimas entregas 007 fueran éxitos de taquilla. Skyfall, la más reciente, es la que más ha recabado de toda la serie. Esta película nos recuerda por qué amamos a Bond, por qué los hombres quieren ser cómo él y las mujeres queremos estar con él. Skyfall tiene un innegable toque de nostalgia que nos lleva a los inicios de la saga, al Bond que trabaja mejor bajo presión.
Por momentos la trama parece divagar pero al ver el desenlace queda claro que todo está justificado. A diferencia de otras películas de Bond, los lugares exóticos y las mujeres hermosas no son parte importante de esta entrega. La película transcurre en su mayoría en Gran Bretaña y el peligro y la acción se centran en Bond y M. Definitivamente, una de las mejores películas de la franquicia con Daniel Craig que he visto. Skyfall marca claramente el regreso del clásico Bond... James Bond.
La imagen utilizada es el póster oficial de la película y es propiedad de la productora.
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