lunes, 20 de agosto de 2012

Aquí vamos de nuevo


Hay películas clásicas cuya magia se ha intentado resucitar en remakes y muchos de ellos han tenido resultados desastrosos, por eso sobran malas imitaciones y pobres intentos de emular éxitos pasados. No todos han sido malos, de vez en cuando hay aciertos que ganan una nueva generación de admiradores a la vez que complacen, o por lo menos no decepcionan, a los fans de siempre.
El Planeta de los Simios, El día que la tierra se detuvo, Frankenstein, Psycho, King Kong, Cara cortada, Willy Wonka y la fábrica de Chocolates, El Profesor chiflado, la lista de remakes es demasiado larga para mencionarla toda y lo peor de todo es que algunas han sido recreadas no una sino varias veces. Hollywood insiste en reciclar una y otra vez las mismas historias como si la creatividad fuera inexistente. No creo que haya escasez de talento o de escritores, asumo que en California sobran aspirantes a guionistas en busca de la oportunidad de presentar su material.
Podría pensar que tal vez tantos refritos se deban a que Hollywood tema alejarse de las fórmulas ya comprobadas, parece lógico en lo que a buenas películas se refieren pero ¿qué hay de las que fueron pésimas desde la primera vez? Quizás el eterno optimismo de los directores, y la arrogancia, los lleve a creer que ellos puedan obrar milagros al ver potencial donde otros sólo vemos basura.
Con tantos remakes en puerta, desde Robocop y Dredd hasta Carrie y Mad Max, no es de extrañar que Total Recall se colara entre ellas. La original de 1990, El vengador del Futuro, estelarizada por Arnold Schwarzenegger tuvo gran éxito, en parte gracias a él y a su enorme popularidad pero también a los efectos especiales que, para la época, eran lo mejor que Hollywood podía ofrecer. La trama fluía repleta de acción acompañada de personajes memorables que contribuyeron a que años después se convirtiera en una película de culto.
La nueva versión de El vengador del futuro, estelarizada por Colin Farrell, no sólo hizo justicia a la original cumpliendo con las expectativas de sus fans sino que cuenta con todos los elementos para cautivar a un nuevo público. Admito que no soy fan de Farrell pero después de ver el excelente trabajo que hizo en Fright Night, el remake de La hora del espanto, decidí no ser tan exigente con él y apostarle a que podría revivir otra película más del siglo pasado.
Este remake cambia ciertos detalles de la original centrándose en un conflicto más bien político-social con el que el público puede identificarse mejor que con el viaje a Marte de Arnold. Kate Beckinsale interpreta el papel que Sharon Stone tuvo en la original y logra apropiárselo de manera fenomenal. Beckinsale es un enemigo implacable que patea el trasero de Farrell haciéndolo ver como un novato.
Esta producción de gran presupuesto nos trae la visión de un futuro creíble, un tanto deprimente al ver la creciente distinción de clases sociales, el planeta tierra destruido por la inconciencia humana pero eso sí, con lo último en tecnología. La película retrata de manera convincente el estilo de vida que podríamos llevar en un futuro no muy lejano.
La actuación de Jessica Biel pasa desapercibida pero la acción constante y el desconcierto que compartimos con el protagonista que no logra recordar su verdadera identidad son la fórmula perfecta para pasar dos horas al borde del asiento. Esta película, en mi opinión, ha sido juzgada duramente pero creo que cumple con su cometido: entretener, aunque con un trasfondo más serio que la original.
Quizás la película con Schwarzenegger sea más violenta, más gráfica y tenga personajes que se hayan convertido en clásicos, como la mujer de tres pechos, pero este remake es una actualización de la historia, una adaptación a los nuevos tiempos que tal vez no estaría siendo tan criticada si se hubiera lanzado como una producción inspirada en la original, con más cambios en la trama y nuevos personajes, dejando atrás las críticas derivadas de las comparaciones.
Por mi parte, quedé satisfecha con este remake y estoy lista para nuevo material en las salas cinematográficas pero, conociendo a Hollywood, no me sorprendería que en pocos años estuviera viendo nuevas versiones de esta misma o de alguna otra película de Schwarzenegger, mientras no sea Kindergarten Cop o Batman y Robin todo estará bien.
La imagen utilizada es el póster oficial de la película y es propiedad de la productora.

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