martes, 17 de julio de 2012

Mi sentido arácnido la recomienda


“Un gran poder trae consigo una gran responsabilidad”, estas fueron las sabias palabras que el Tío Ben le dijo a Peter Parker. Sabemos por qué lo dijo, suena divertido imaginar que podemos volvernos invisibles, volar, lanzar rayos, en fin, poseer cualquier súper poder que se nos ocurra. A la mayoría nos gustaría poseer alguna de estas habilidades pero sólo una minoría estaría dispuesta a enfrentarse a las consecuencias.
El sentido de responsabilidad y la calidad humana de Peter Parker es quizás una de las características que hace al Hombre Araña uno de los súper héroes más queridos y admirados. Su creador, Stan Lee, dijo en alguna ocasión que Spiderman es el personaje que más se parece a él y por eso es uno de sus consentidos. No sólo se parece a Lee sino a todos aquellos que nos hemos sentido alguna vez relegados, inseguros o confundidos, básicamente el 99% de las personas.
Peter Parker es un joven inteligente, honesto, con poca confianza en sí mismo y en ocasiones torpe que quiere salir adelante en la vida sin meterse en problemas. Su vida era bastante común hasta que una araña radiactiva lo muerde y, de la noche a la mañana, debe aprender a lidiar con sus nuevas habilidades. La etapa de adaptación es relativamente rápida y, tras una tragedia personal, indispensable en la vida de todo súper héroe, decide combatir al crimen y dedicarse a ayudar a las personas.
Es así como Spiderman ha luchado contra todo tipo de villanos mientras está al pendiente de su tía May, conserva su empleo como fotógrafo, estudia y dedica tiempo a su relación con Mary Jane. Todo esto lo hemos visto en comics, series de televisión y películas pero ya hacía falta que la franquicia dedicara tiempo a mostrarnos más a detalle la juventud de Peter y su romance con Gwen Stacy.
Los fans de los cómics del Sorprendente Hombre Araña sabíamos sobre esta relación y otras etapas menos conocidas de la vida de Peter. Quizás la mayoría de nosotros albergábamos nuestras dudas en cuanto a la fidelidad de estos pasajes en la pantalla grande pero debo admitir que The Amazing Spiderman es una gran película que no sólo se encuentra a la altura de las anteriores dirigidas por Sam Raimi, sino que incluso me atrevería a decir que las supera en ciertos aspectos. Se apegaron a ciertos aspectos que se extrañaban de la historia original y cambiaron otros pero todo fue para bien.
El carisma de sus protagonistas, Andrew Garfield y Emma Stone, logra cautivar desde el inicio al espectador. La sencillez y honestidad de sus actuaciones nos convencen de estar viendo a una joven pareja cuyas vidas dan un giro inesperado que los coloca en circunstancias desafortunadas. Dejando de lado que los adolescentes reales no deben lidiar con mutaciones radiactivas y villanos monstruosos, sus actuaciones confieren credibilidad a los personajes. La relación que estos actores tienen en la vida real se refleja en la gran química que muestran en pantalla y nos hacen olvidar a la pelirroja Mary Jane.
En esta entrega vemos también a un Spiderman más vulnerable, no sólo por su edad e inexperiencia sino porque sus poderes aún no se encuentran desarrollados por completo. Esto hace más emocionantes las secuencias de pelea y hay incluso momentos en los que creemos que nuestro amigo, el sorprendente hombre araña, no saldrá bien librado.
Reconozco que no me emocionaba mucho ver al Lagarto como el enemigo de esta precuela pero me quedé callada al ver la excelente actuación de Rhys Ifans y la calidad del maquillaje y efectos especiales que resultaron en un villano memorable. Sally Field, Martin Sheen y Denis Leary son parte de este gran elenco que trae frescura a la franquicia.
Otra película más que recomiendo ver en tercer dimensión para vivir toda la emoción y sentir que nos balanceamos al lado de Spiderman de un edificio a otro. Como en toda película basada en una de sus creaciones, la aparición especial de Stan Lee es genial, esta es una de las más divertidas que he visto.
No quiero restarles mérito a las tres entregas anteriores protagonizadas por Tobey Maguire y Kirsten Dunst ya que son de mis películas favoritas pero espero ver a este nuevo elenco en por lo menos dos entregas más de esta franquicia. Todavía hay suficientes villanos que dan material para eso y más, Mysterio, Rhino y muchos más esperan para que Spiderman los envuelva en su telaraña y los entregue a la policía con su respectiva nota: De su amigo y vecino Spiderman.
La imagen utilizada es el póster oficial de la película y es propiedad de la productora.

lunes, 9 de julio de 2012

Neurótica y entretenida


En pleno siglo XXI se podría pensar que las mujeres finalmente tenemos los mismos derechos que los hombres, que nuestro trabajo es reconocido y valorado sin juzgarnos por nuestro género y que el término “sexo débil” sólo es utilizado ya por nuestros abuelos.
Las mujeres hemos avanzado mucho, logramos dejar atrás prejuicios y conceptos preconcebidos para perseguir nuestros sueños sin sentirnos culpables al respecto. Debemos agradecer también a los hombres que rehusaron perpetuar los estereotipos negativos y reconocieron la igualdad de sexos.
A lo largo de mi vida he conocido hombres misóginos pero, en mi opinión, son peores las mujeres machistas. Comprendo que haya hombres que se empeñen en querer ver a la mujer como algo inferior, necesitan creer que es así para sentirse mejor con ellos mismos y pobre de la mujer que se enrede con ellos pero una mujer que juzga y menosprecia a su propio género es realmente triste.
Afortunadamente, aquellas mujeres que, por alguna extraña razón, quisieran que retrocediéramos en el tiempo hasta quizás ser arrastrada del cabello por un neandertal hasta una cueva se van reduciendo en número. La mujer actual no se limita a las ocupaciones “aceptables” para mujeres, no se avergüenza de sus impulsos sexuales ni acepta todo lo que le dicen sin cuestionar.
Las mujeres hoy en día podemos hacer todo lo que hacen los hombres sólo que con un grado más alto de dificultad. Caminamos de un lado a otro en tacones de 10 cms. que nos destrozan los pies y lo hacemos con una sonrisa de oreja a oreja. Pasamos todo el día en el escritorio luciendo un maquillaje perfecto gracias a que lo retocamos varias veces para no vernos enfermas bajo la mala iluminación de la oficina. Nos levantamos más temprano para alaciarnos el cabello, planear nuestra vestimenta y los accesorios adecuados. Pero eso no es lo peor, debemos esforzarnos el doble para no ser tomadas como unas frívolas que sólo piensan en su aspecto y demostrar que somos un elemento indispensable de la empresa.
No importa cuál sea nuestra ocupación, todas las mujeres tenemos episodios de neurosis que hacen ver a Woody Allen como la persona más tranquila y centrada del planeta. Para la mayoría de los hombres todo esto les resulta desconcertante, por eso sólo una mujer sabe exactamente lo que pasamos día tras día y eso es precisamente lo que nos trae Ildikö Von Kürthy en su novela Tarifa Nocturna.
Ildikó es una periodista freelance alemana que logra reflejar de manera fresca y humorística las inseguridades, ilusiones y relaciones de la mujer moderna. En Tarifa Nocturna, la protagonista, Cora, sabe que no debe llamarle a un hombre después de pasar la noche juntos y página tras página nos permite ver todo lo que pasa por su cabeza mientras espera a que el teléfono suene.
Cora, en medio de su ansiedad, nos cuenta sobre su trabajo, sus amigos, sus amores pasados y el hombre que le quita el sueño. Su divertida e ingeniosa manera de describir los acontecimientos importantes de su vida nos impiden dejar de leer. Sus palabras resultan tan familiares que parecen provenir de nuestra mejor amiga o incluso de nosotras mismas.
En este libro hay un sinfín de cosas con las que podrán identificarse todas las mujeres y, si algún hombre se aventura a leerlo, estoy segura que no encontrará una mejor ventana a la psique femenina. Tarifa Nocturna es la novela con la que debutó esta talentosa escritora y ha sido traducida a más de veinte idiomas. Su sentido del humor e inteligente narrativa trasciende fronteras.
Tarifa Nocturna me mantuvo riendo página tras página mientras asentía con la cabeza reconociéndome en las actitudes de Cora o recordando las incontables horas en compañía de amigas diseccionando cada detalle de nuestras vidas y relaciones. Este es un libro que toda mujer que se precie de ser moderna, liberada, neurótica y un tanto insegura debe leer.
La imagen utilizada es propiedad de Estudio Ediciones B / Thinkstock

viernes, 6 de julio de 2012

Un buen personaje nunca muere


Nosferatu, Blade, Lestat, Bill Compton, Barnabas Collins, Alucard, Angel, Edward Cullen, Conde Contar, Abuelo Munster, Conde Pátula ¿quién no reconoce por lo menos uno de estos vampiros? Hay muchos más que pueden agregarse a esta lista, cada uno con valor por mérito propio pero ninguno jamás podrá llegarle a los talones al vampiro más famoso de todos: Drácula.
Bram Stoker creó el cautivador personaje que ha aterrorizado a chicos y grandes en todo el mundo. Su novela recibió elogios por parte de Arthur Conan Doyle y de su amigo Oscar Wilde quién la calificó no sólo como la obra de terror mejor escrita de todos los tiempos sino la más hermosa también. La empresa no fue fácil, le llevó seis años escribirla y se vio obligado a sacrificar mucho material en la edición e incluso a cambiar el título original: El no muerto.
Bram Stoker no vivió lo suficiente para darse cuenta del alcance de los colmillos de su personaje en el mundo literario pero si viviera hoy en día seguramente se maravillaría de saber que los vampiros de la cultura Pop, por lo menos los que valen la pena, tienen algo de Drácula en ellos. Muchos escritores lo han tomado como inspiración intentando imitar su personalidad magnética con la esperanza de ejercer sobre el lector la misma fascinación que Stoker logró.
Drácula, a pesar de lo terrorífico que puede resultar, es un vampiro tan interesante que muchos nos rehusamos a creer que murió, la descripción de su muerte fue tan vaga en el libro que permite albergar la esperanza de que haya sobrevivido y que sólo esté dormido en espera de ser traído de vuelta por un autor que se atreva a aceptar el reto.
Tardó un par de generaciones pero Drácula regresó de la mano de un autor que incluso tiene lazos de sangre con su creador. Dacre Stoker es el sobrino biznieto de Bram Stoker que revivió al famoso vampiro con ayuda de Ian Holt, un historiador y guionista especialista en el sangriento personaje histórico que sirvió de inspiración a Stoker.
Drácula, el no muerto, es el título de esta interesante propuesta que nos muestra lo que fue de las vidas de Mina, Jonathan, Van Helsing y el trío de pretendientes de Lucy Westenra. Como era de esperarse, sus vidas quedaron marcadas por el horror que vivieron y, lo que es peor, después de saber que el verdadero mal existe, pasan día tras día temiendo que algún día regrese.
Quincey Harker, hijo de Mina y Jonathan es el único que vive en la bendita ignorancia hasta que descubre el terrible secreto que su familia le ha ocultado. Los sentimientos de traición y decepción pronto quedan relegados al ver su vida en peligro en esta novela llena de misterio, acción y referencias históricas que entrelazan a los personajes. Desde Jack el destripador hasta Erzsébet Báthory, la narración fluye manteniendo en vilo al lector.
Los autores rinden homenaje a Stoker no sólo dándole un sitio de honor al convertirlo en un personaje que interactúa con los protagonistas sino agregando el título original al libro e incluyendo citas y pasajes completos de la novela. Incluso incluyeron personajes y situaciones que no entraron en la edición final. Stoker y Holt se mantuvieron fieles a las personalidades de los protagonistas e hicieron un excelente trabajo al reflejar cómo serían 20 años después.
No tenemos manera de saber si Bram Stoker daría su sello de aprobación a este libro pero estoy segura que los fans de Drácula reconocemos el esfuerzo y el valor que requirió Dacre Stoker para atreverse a escribir una continuación. Personalmente, cualquier novela en la que Drácula siga vivo tiene mi voto.
La imagen utilizada es propiedad de Imasd / Getty Images